Explora Egipto: las rutas más fascinantes para tus vacaciones
Cuando surgió la posibilidad de ir a Egipto claramente no lo dudé, pero debo admitir que, si bien siempre me llamaron la atención las momias y me había impresionado muchísimo con la colección de Egipto en el museo británico, no estaba en mis planos inmediatos visitando el país.
Nos llevaron a un grupo de agentes de viajes de España a conocer el destino en cuestión para vivir la experiencia y así poder recomendarlo mejor. Y sí que lo recomiendo… ¡Lo súper recomiendo SIEMPRE!
Les voy a contar primero un poco sobre este gran país, para que se hagan una idea de la magnitud de…TODO…
¿Cómo es Egipto?
La superficie de Egipto se extiende sobre 1.001.450 km² en el noreste del continente africano. Su población es de unos 75 millones, de los que su capital, Su capital, El Cairo, tiene como 16 millones en 3.085 km²… Un montón…
El idioma oficial es el árabe, aunque en las zonas más turísticas también se habla el inglés, el francés e incluso, en ocasiones, el español y ¡vamos!, el idioma que necesitas, ya que siempre hay algún amable egipcio que es capaz de hablarlo.
La religión predominante es la musulmana (90 % de la población), siendo también importante la minoría cristiana copta ortodoxa (10 %). En cuanto a su territorio, en su mayoría muestra un paisaje desértico dividido en tres zonas: el Bajo Egipto, desde el delta del Nilo hasta El Cairo; el Medio Egipto, que abarca las zonas de Assiut y El Minya; y el Alto Egipto, que comprende la zona sur que se extiende desde Luxor hasta la frontera con Sudán.
La mejor manera de visitar Egipto
Se puede recorrer de dos maneras, comenzando por El Cairo, volando a Luxor y navegando hacia el sur o Alto Egipto por el Nilo hasta Aswan, o al revés. Dependerá de la fecha de inicio del viaje, y la disponibilidad en los cruceros que haya disponibles para el recorrido. Cualquiera de las dos formas es igual de impresionante.
¿Que visitar?
A continuación, te voy a contar lo que te puedes encontrar si decides visitar este maravilloso país.
El Cairo, una ciudad cosmopolita que mezcla lo moderno y lo antiguo con vida propia y un encanto especial. Ofrece gran cantidad de monumentos, destacando las espectaculares y misteriosas Pirámides de Giza, bonitas mezquitas e iglesias cristianas, además de antiguos barrios con bazares y tiendas cargadas de historia.
Las famosas pirámides no solo son los monumentos más importantes de Egipto, sino también los más antiguos del mundo. Se trata de construcciones funerarias que se edificaron bajo las órdenes de faraones de diferentes dinastías. Las tres pirámides principales de Giza son Keops, Kefrén y Micerinos. Además de estas hay muchas otras pirámides menores.
Keops: también conocida como la Gran Pirámide de Giza, Keops (Jufú) es la pirámide más grande, además de la más importante de todas. Cuenta con una altura de 140 metros y se erige sobre una enorme base de 230 metros (casi 1 kilómetro de perímetro).
Kefrén: la Pirámide de Kefrén es la segunda más grande de Egipto por detrás de la de Keops. Actualmente, es la única de las pirámides que aún conserva una pequeña parte de su antiguo revestimiento de caliza blanca en la parte superior.
Micerinos: es la menor del conjunto, pero no por ello menos interesante. Cuenta con una altura de 66 metros y su base tiene algo más de 100 metros de lado.
Ten en cuenta que, si quieres visitar las pirámides por dentro, las entradas, algunas cámaras y los pasillos son muy angostos y solo se puede ir en una dirección. No es apto para claustrofóbicos
Luxor, la antigua Tebas, fue capital del reino durante el Imperio Nuevo, período histórico que comienza con la reunificación de Egipto bajo Amosis I y que termina hacia el 1070 a. C. con la llegada al trono de los soberanos de origen libio. Lo componen las dinastías XVIII, XIX y XX. Pero de dinastías no voy a decir mucho más porque se nos va la vida. Está considerado como uno de los centros arqueológicos y culturales más importantes del mundo. Se divide en dos partes: la orilla Oriental (este), cuyos monumentos más relevantes son los Templos de Luxor y Karnak; y la Occidental (oeste), donde destacan el Valle de los Reyes y de las Reinas, el Templo de la Reina Hatshepsut, los Colosos de Memnon y el complejo de Medinet Habu, donde se alza el Templo dedicado a Ramsés III.
Templo de Luxor: fue construido entre los años 1400 y 1000 aC por los faraones Amenhotep III y Ramsés II, el primero construyó la parte interior y el segundo el recinto exterior, agregando la fachada, los colosos y los obeliscos. El templo mide 260 metros de largo y está dedicado a Amón (dios del viento).
Para disfrutarlo en todo su esplendor es recomendable hacer la visita por la noche, cuando esté iluminado y hace menos calor.
Templo de Karnak: construido por Múltiples faraones entre los años 2200 y 360 aC, contiene en su interior el Gran Templo de Amón, otros templos menores, capillas y el gran lago sagrado. Los faraones más importantes que intervinieron en su construcción fueron Hatshepsut, Seti I, Ramsés II y Ramsés III.
probablemente, lo más espectacular del templo sea su sala hipóstila; con más de 5.000 metros cuadrados contiene 134 columnas, de las que las 12 centrales son más anchas y elevan el techo, ahora destruido, a 23 metros de altura.
En la entrada del templo, antes de cruzar el primer pilono, os darán la bienvenida 40 esfinges con cabeza de carnero. Es el comienzo de la Avenida de las Esfinges que llegaba hasta el Templo de Lúxor y, finalmente, hasta el Nilo.
En tiempos históricos, el Templo de Lúxor y el Templo de Karnak, situados a más de tres kilómetros uno del otro, estaban comunicados por la impresionante Avenida de las Esfinges, un corredor que en su día quedó enmarcado por más de 600 esfinges. En la actualidad, solo se puede ver el inicio de esta avenida en las puertas de cada templo, pero aún así ofrece un impresionante recuerdo de sus momentos de máximo esplendor.
Valle de los Reyes y el de las Reinas: son las dos principales necrópolis de Egipto. En una están inhumados muchos de los faraones del Imperio Nuevo y en el otro las princesas y las esposas de los faraones. El primer faraón que fue enterrado en el Valle de los Reyes fue el rey Tutmosis I, faraón de la XVIII dinastía.
El Valle de los Reyes es una de las visitas imprescindibles en cualquier viaje a Egipto. Si tuviéramos que elegir nuestras tumbas preferidas, nosotros elegiríamos las de Tutmosis III, Ramsés VI, Ramsés IX, Siptah y Ramsés IV.
En el Valle de las Reinas, descubierto recientemente por el italiano Ernesto Schiaparelli durante una misión que se llevó a cabo entre 1901 y 1906, se hallaron más de sesenta tumbas de las cuales hay muy pocas abiertas al público.
Si en el Valle de los Reyes podíamos dudar sobre cuáles son las mejores tumbas, en el Valle de las Reinas no tendremos ninguna, la tumba más importante es la de Nefertari o Nefertiti, que fue construida en el año 1290 aC por orden de Ramsés II. para su esposa predilecta. Con una profundidad de 27 metros, ha estado cerrado en múltiples ocasiones para ser restaurada y por tener un alto nivel de humedad en el interior.
¿Y si les digo que por aquí se puede hacer vuelo en globo? Si algo en la vida me dejó sin palabras, cosa que es bastante difícil, fue ver el amanecer en globo sobre el Valle de los Reyes y el de las Reinas. Una de las experiencias más bonitas de mi vida.
Colosos de Memnón: son dos gigantescas estatuas de Amenofis III que presidían su templo funerario, en la orilla occidental del Nilo, en Lúxor. Las estatuas, construidas hace 3.400 años, muestran al faraón tranquilo, con las manos en las rodillas, mirando al Sol Naciente. En su parte baja están esculpidas su madre, la reina Mutemwiya, y su esposa, la reina Tiy.
Navegando hacia Aswan, más al sur, encontramos en ruta los Templos de Edfú, dedicado al Dios Horus, hombre con cabeza de halcón. Es uno de los más grandes de Egipto (el más grande después del Templo de Karnak) y uno de los mejores conservados del país. También está el Templo Kom Ombo, dedicado a dos divinidades: Sobek y Horoeris. Construido entre 1350 y 180 aC, bajo las órdenes de Ramsés II, el Templo de Kom Ombo está situado a orillas del Nilo en la ciudad con su mismo nombre.
<font style="vertical-align: inherit;"><font style="vertical-align: inherit;">Templo de Edfú</font></font>
En la bonita ciudad de Asuán podemos visitar el Templo de Philae dedicado a Isis, la Diosa del amor y es uno de los más bellos y mejor conservados del país. Está ubicado en una pequeña isla a la que solo se puede acceder en barco, algo que le aporta aún mayor encanto, si es posible. También cabe mencionar, el obelisco inacabado en la antigua cantera de granito y la Alta Presa de Asuán, considerada como una gran obra de ingeniería moderna.
<font style="vertical-align: inherit;"><font style="vertical-align: inherit;">Templo de Philae</font></font>
A 280 km al sur se encuentran los espectaculares Templos de Abu Simbel, trasladados por la Unesco a su ubicación actual. Están compuestos por el Templo de Ramsés II, cuyo detalle más espectacular es su santuario con sus cuatro magníficas estatuas iluminadas por el sol dos veces al año (23 de octubre y 23 de febrero), y otro templo más pequeño, dedicado a la diosa Hathor. y la reina Nefertiti.
Y si nos quedamos con ganas de más, también podemos visitar la costa del Mar Rojo, que se extiende desde el Golfo de Suez hasta la frontera con Sudán y cuyas principales zonas de playa son Hurghada y Sharm El Sheikh; la histórica ciudad de Alejandría, fundada por Alejandro Magno a orillas del Mediterráneo; los pintorescos oasis en el desierto occidental o el Mar de la Nubia, conocido también como Lago Nasser, formado por la construcción de la Presa de Asuán.
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Por mi parte me encantaría volver y llevar a mis familiares a compartir esta aventura por el Nilo.
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