Mercadillos Navideños. Los que más nos gustan!
He leído que, según investigaciones históricas con documentos originales, los primeros registros sobre los mercadillos navideños datan del siglo XV, concretamente en el año 1434 en la ciudad alemana de Dresde, donde nació esta tradición cuando en algunas ciudades alemanas se organizaron pequeños mercados en el período antes de la Navidad. Entre los mercados de Navidad más antiguos, así como lo de Dresde, también los hay en Estrasburgo, que se remonta a 1570, y el de Núremberg en 1628.
Con la Reforma Protestante los mercados de Navidad tomaron el nombre de Christkindlmarkt (literalmente en alemán significa el mercado del Niño Jesús).
A partir de la Edad Media la tradición de los mercados de Navidad se ha extendido a todas las ciudades de la lengua y la cultura alemanas. El área geográfica de origen de los mercados de Navidad son, además de Alemania y Austria, incluso las regiones europeas que han experimentado históricamente un contacto más profundo con la cultura alemana, entre ellos encontramos la Alsacia y Lorena en Francia, el Trentino - Alto Adige en Italia, la Suiza, la República Checa, la Polonia y la Hungría.
Hoy los Mercados de Navidad han pasado el área de distribución tradicional y están presentes no sólo en prácticamente todos los países europeos, sino también en versiones más pequeñas en Canadá, los Estados Unidos y en otros países de todo el mundo.
Los mercados se componen de casetas de madera decoradas: Hay luces en cada esquina, artesanías, música tradicional, gastronomía, bolas de Navidad, dulces y especias que crean un ambiente típico de Navidad. Los jardines, casas, clubes y tiendas están decoradas con adornos navideños.
A continuación te enumeramos los que más nos gustan:
1- Dresde, Alemania
Como fue el primero del que hay registros, lo elegimos primero para nuestro Top 10 del día de hoy.
Desde que comenzó, se ha convertido en un gran evento con más de 200 puestos que atrae a 3 millones de visitantes de todo el mundo. Además, los teatros de la ciudad albergan representaciones navideñas, los museos se llenan de exposiciones especialmente pensadas para la ocasión y los barcos llenos de luces surcan y adornan el río Elba.
2- Praga, República Checa
El mercado de Navidad de Praga es el más grande de la República Checa y posiblemente el más bonito también. Por poco que hayas visto de su espectacular centro histórico, es fácil entender el porqué de sus atractivos. La ciudad se viste de gala, luz y color esos días y si paseas por la Plaza de la Ciudad Vieja, la plaza Wenceslao y la de la República las tradiciones, la atmósfera brillante y los aromas te seducirá.
3- Viena, Austria
Viena es la capital europea por excelencia de los mercados de Navidad. En cuanto se acercan las fiestas casi todas las plazas de la ciudad se llenan de casetas de madera en las que se vende desde artesanía local hasta objetos decorativos navideños de lo más variado. La cantidad de luces y esfuerzo que invierten los vieneses en sus mercados de Navidad es increíble y el resultado es espectacular. Tan sólo tienes que dejarte caer por el que ponen cada año frente al Palacio de Schonbrunn o al típico de delante del Ayuntamiento. Si quieres un ambiente algo más relajado pasa por el barrio de Spittelberg o por el mercado de Navidad en Karlsplatz. Toda Austria se vuelca en la Navidad, así que si no encuentras vuelos a Viena inténtalo con Salzburgo o Innsbruck.
4- Estrasburgo, Francia
Casi rozando la frontera alemana, la ciudad de Estrasburgo vive las semanas previas a la Navidad con tanta intensidad como sus vecinos germanos. Desde 1570 se celebra aquí el mercado de Navidad más antiguo de Francia, el famoso “Christkindlesmarkt” de la plaza Broglie. Alsacia es una región preciosa, pero todavía más si la vez bajo las luces y decoraciones típicas del invierno. Aprovecha para comprar artesanía, probar la confitería local y pasear cuando cae la noche y todo se llena de magia.
5- Budapest, Hungría
Una de las mejores cosas de la Navidad en Hungría son sus mercados navideños. Su encanto es único e indescriptible. Así que puestos a ver uno, acércate a cualquiera de los que se organizan en Budapest. La capital húngara es una ciudad preciosa, pero iluminada por la magia de la Navidad todavía lo es más. El más grande es el que se monta en Vorosmarty tér, junto a Vaci utca, la calle comercial más importante. Sus paraditas son una verdadera tentación, aunque si quieres algo auténtico híncale el diente a cualquiera de las delicias gastronómicas que sirven.
6- Bruselas, Bélgica
Los Mercados de Navidad son uno de los placeres de invierno de Bélgica y, en particular, de su capital. Bruselas se vuelca en la organización y celebración de las fiestas con el mismo fasto que los países del centro de Europa. El mercadillo de Navidad de la capital belga tiene 2 kilómetros (¡ahí es nada!), un árbol gigantesco decora la Grand Place, se puede subir a una noria enorme para disfrutar de las vistas de la ciudad… Y si eres una persona activa, podrás demostrar lo bien que patinas en su pista de patinaje sobre hielo.
7- Zúrich, Suiza
Zúrich cambia su faceta de ciudad de negocios en cuanto se huele la Navidad. Entonces la ciudad del Limmat se vuelve un lugar romántico como pocos y lleno de encanto gracias a los mercadillos de artesanía y las luces que lo iluminan todo cálidamente. El más grande, mejor surtido y más espectacular es el Mercadillo de Navidad de la estación central, que tiene más de 160 casetas decoradas. Mientras que el más antiguo y tradicional es el que está en el corazón de la ciudad. Por otra parte, en la plaza Werdmuhleplatz instalan el famoso “Singing Christmas Tree” alrededor del que varios coros le ponen música a la Navidad.
8- Tallin, Estonia
El entorno medieval del corazón de Tallin se transforma en cuanto la Navidad empieza a asomar la cabeza. El frío y la nieve no son ningún impedimento para disfrutar de uno de los mejores mercados de Navidad de Europa. Tan sólo en la plaza del Ayuntamiento se juntan más de 50 puestos, rodeando al enorme abeto iluminado. Si tienes que hacer algún regalo por estas fechas, encontrarás de todo, pero la artesanía de cristal es tan bonita que no podrás resistirte. Y si tienes hambre no sufras, los estonios saben cómo cuidarse y podrás elegir entre sopas calientes, salchichas, chucrut y muchas más delicias. Todo regado, por supuesto, con vino caliente. Créenos, con el frío que hace tu cuerpo lo agradecerá.
9- Núremberg, Alemania
Alemania es la cuna de los mercados de Navidad (o Christkindlesmarkt, en alemán) pero la pintoresca ciudad Núremberg se lleva la palma. Su mercadillo lleva organizándose desde hace más de 4 siglos y está profundamente arraigado. Si te apetece vivir la Navidad de forma intensa acércate y pasea por sus preciosas calles peatonales con aires medievales. La decoración te dejará con la boca abierta… ideal para que, ya que estás, cates algunas de las especialidades locales como las almendras tostadas, las típicas Lebkuchen (una especie de galletas con especias y miel muy decoradas que verás por todas partes) y el Glüwein, el vino caliente especiado. Así cualquiera entra en calor.
10- Copenhaguen, Dinamarca
La Navidad danesa es mucho más caliente de lo que crees. Quizás haga frío y se haga de noche antes de lo que querrías, pero la ilusión por estas fiestas lo embarga todo. Esta época de tradiciones antiguas es un momento ideal para visitar Copenhague y dejarte llevar por sus calles y eventos. Además de comer y beber bien son frecuentes los conciertos de música en iglesias, ideales por si quieres entrar en calor después de visitar alguno de los estupendos mercadillos de Navidad que se reparten por toda la ciudad. Eso sí, si quieres ver algo único no te pierdas el que ponen en Tivoli Gardens.
¿Ya te has decidido por uno? A nosotros nos está costando mucho hacerlo...